“La ciudad es un ser viviente. Es un organismo que respira y se expande
por encima de nosotros como un manto protector que te abraza y te confunde al
mismo tiempo. (…) Esta ciudad me pertenece y yo le pertenezco a ella, como si
fuese un fragmento fluctuante dentro de su inmenso cuerpo. Me obsesiona una
constante necesidad de conocer su corporeidad (…) La ciudad me utiliza, me hace
vivir”. Gabriele Basilico
“Cartografías Botánicas” consiste en la
realización de un reportaje fotográfico en el cual he inventariado, localizado
y fotografiado aquellas calles del ámbito metropolitano de Valencia que llevan
por nombre el de una planta, flor, árbol, fruto o conjunto de alguno de ellos,
es decir, cuyo nombre es objeto de estudio por parte de la botánica.
Paralelamente he fotografiado aquellos vegetales que dan
origen a la citada toponimia.
Por último, ambas colecciones fotográficas se han
completado con la realización de unas fichas de cada una de estas calles, en
las cuáles se recoge la situación de la calle, la historia de la misma cuando
se ha localizado, la definición que el Diccionario de la Real Academia de la
Lengua realiza del vegetal aludido y la descripción botánica del mismo.
Decía
Gabriele Basilico que el fotógrafo debe permanecer atento para no contradecir
lo que el ojo ve, no debe permitir que le influyan o importunen sentimientos,
incrustaciones o ideologías culturales, ni recuerdos o cualquier otra cosa,
sino que debe mantener una actitud contemplativa, que ponga de relieve y capte
todo, que se apodere del espacio y lo convierta en protagonista. Y Roberta
Valtorta señala que aceptamos a quien queremos como es, sin intentar disimular
sus imperfecciones y perdonando sus defectos. Estas consideraciones son las que
yo he tenido en cuenta a la hora de llevar a cabo mi proyecto, ya que he
querido reflejar la realidad actual de Valencia y lo he hecho con la dedicación
de un “flanêur” del siglo XXI,
recorriendo cada una de las calles a fotografiar, observando sus edificios, sus
comercios, las personas que por ella circulan, en definitiva, la vida que en
ella se desarrolla.